Cuando llegan los fines de semana, no sé vosotros, pero yo soy de las que me paso las 48 horas enganchadas a una lavadora, un tendedoro y una plancha... no sé si os suena.-
No, no, todo esto, que no suene a que me quejo, aunque sí, solo de una cosa...ir a recoger las toallas y notar que están más ásperas que una lija, con lo suavecitas que eran cuando las compré. Como muchos, en la zona en la que vivo, es un lugar de agua muy dura (mucha cal) y eso no ayuda nada. Probé a cambiar de suavizante, mejorar el antical... y consejos mil que fui lanzando en cada una de mis lavadoras, pero nada.-
Un día me dieron un consejo y como los otros tanto, decidí ponerlo en práctica y tengo que decir, que funciona y mis toallas, empiezan a ser otras o por lo menos, más placenteras al tacto.-
Seguramente esteis pensando: que lo suelte yaaaaaaaaaaa!!! pues ahí voy. Cuando pongáis vuestra lavadora de forma habitual, en el cajetín del suavizante, añadiremos con él, LECHE CORPORAL, si si, la nuestra para hidratar todo el cuerpo. Únicamente, tendréis que echar unas gotas, no mucho o la ropa saldrá un poco "empalagosa".-
Si queréis para dar un toque final, darle una pasada con la plancha, tampoco nos pongamos a dejarlas con rayas de marcaje, pero es un más a más para rematar esa estupendas toallas.-
Así que ya sabéis, ahora no hay excusas y por favor, dejemos de ondear nuestras toallas en los terrados como si fueran cartones, jeje.-
Os seguiré contando
@paraminotengo
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